Accidentes de Tránsito

Aunque los accidentes de tránsito todavía son una de las principales causas de fallecimiento en nuestro País, la mayoría de las victimas desconocen su derecho a una indemnización por los daños sufridos.

Los accidentes que se reclaman por vía civil son hechos que se producen de forma fortuita y sin intención por parte de ninguno de los intervinientes.

Quien resulte responsable de su producción, es quien tiene que correr con las consecuencias de la reparación, ya sea de los daños corporales (lesiones), como de los daños materiales (vehículos y otros).

Generalmente todo conductor respondiendo a las obligaciones de la Ley de Tránsito, debe tener asegurado su vehículo en una compañía de seguros que opere en del territorio nacional, para cubrir los siniestros que se producen por accidentes de tráfico.

Pero aunque los accidentes de tráficos habitualmente tendrían que ser un problema a resolver entre aseguradoras, lamentablemente la realidad es diferente:

Las aseguradoras cuando se producen siniestros, tienen conciertos entre sí para no perjudicar sus propios intereses económicos.

• A veces, por sistema, algunas aseguradoras niegan toda responsabilidad para estar abocados a la reclamación a través de un proceso judicial, ya que cuentan con potentes equipos jurídicos que les producen enormes ahorros y otras causas en general.
• Y en otros casos de accidentes, las aseguradoras no cubren el siniestro porque su contratación es limitada y debe ser el asegurado el que corra con las responsabilidades.

En muchos casos los accidentes de tráfico son focos de conflictos entre los asegurados y el mundo asegurador por la reticencia de éstos a la hora de asumir determinados siniestros. Por otro lado hay accidentes de tráfico que no son producidos como los asegurados cuentan e implica un conflicto entre compañía y el asegurado por la existencia de esos supuestos.